martes, 2 de enero de 2024

Pico Aspe (2640m) por el Corredor NE (norte clásica)

 Fecha: 2 de Enero de 2024

Resumen: Norte clásica del Aspe (2640m), 400m, 55º, AD: Estación de esquí de Candanchú - Neveros de Tortiellas - Base de la cara NE - Corredor NE - Pico Aspe - Descenso por la ruta normal.

Distancia: 10.45 km

Desnivel acumulado: 1235 m

Tiempo total: 11h y 52 minutos


Objetivo:

Pues lógicamente subir nuestro listón en cuanto a alpinismo, ir subiendo de "grado" para poder hacer vías cada vez más potentes! 

Aunque bueno, hay que aclarar que el grado en alpinismo invernal es bastante relativo: la misma vía puede encontrarse en muy buenas condiciones un día, y al día siguiente aumentar radicalmente su dificultad. ¿Y eso por qué? Pues porque el medio de progresión que utilizamos es la nieve/hielo, y esto no es más que agua en un estado muy inestable. El aumento repentino de temperaturas o la lluvia pueden hacer que una ruta con hielo en perfectas condiciones se convierta en peligrosa, con hielo quebradizo y nieve pastosa que frene la progresión.

Esto hace que, pese a ser importantísimo buscar reseñas de la vía e informarse del tiempo desde casa, la decisión final de seguir o dar media vuelta sólo se puede tomar in situ, cuando estás pisando el terreno. Para esto, además, es necesario dejar de lado toda pretensión y soberbia: a todos nos encanta hacer cumbre, llegar al final del corredor, pero lo más importante es volver, no quedarse por el camino. Y esto que parece tan obvio no lo es, requiere buena dosis de humildad, porque cuando estás metido en plena diversión lo último que piensas es en dar media vuelta...

Pero bueno, vayamos al grano!


Descripción de la ruta:

Madrugón espectacular para juntarnos en la estación de Candanchú con Andrés, Vicky y Carlos, equipazo recién formado con ganas de picar hielo ;)  Arrancamos a las 5:45h, con la idea de estar lo más altos posibles cuando salga el sol, y así asegurarnos de encontrar la nieve lo más fría posible.

Preparados para salir...

Poco a poco el sol va haciendo acto de presencia: nos deja apagar los frontales y nos regala unas vistas maravillosas... Sólo por esto ya ha merecido la pena subir hasta aquí.

Cielo morado...

...que va cambiando de color!!

Hasta ahora hemos ido subiendo por las pistas de esquí, más o menos arregladas, pero llega un punto en el que se acaban y nos toca meternos en terreno salvaje. Pillamos los crampones, y a los pocos minutos se nos revela el gigante... BRUTAL!!  400 metros verticales, asentados sobre una pared totalmente vertical que nos obliga a rodear por la derecha. 

La ruta, marcada en rojo, se divide en tres etapas: canal de acceso (primer tramo vertical), travesía  expuesta a la izquierda (peligrosa porque tiene hielo y si caes bajas la pared del tirón...) y luego el corredor en si.


Primer encuentro con el Aspe!!

Canal de acceso, calentando gemelos

Una vez metidos en la canal de acceso empiezan a soplar fuertes rachas de viento desde arriba, que nos bañan con nieve en polvo y trozos de hielo desprendidos del corredor. Esto va a ir aumentando a lo largo del día, hasta un punto en que nos toca parar y mirar hacia abajo cada vez que sopla. De vez en cuando unos impactos sutiles pero sonoros nos recuerdan que hemos hecho bien en ponernos el casco!

Al volver al coche nos enteramos de que a media tarde cerraron las pistas de esquí porque el viento era peligroso para los telesillas, y nosotros ahí arriba de fiesta...
                                            

Empieza la fiesta!! (y el viento...)



Travesía expuesta a izquierdas

Llegados a este punto toca valorar si vale la pena sacar todo el material y progresar encordados o no. En la travesía no he encontrado ninguna fisura para proteger, estaba todo helado, y en el hielo no se pueden meter tornillos porque la capa dura es muy fina, por lo que ir encordados sin anclajes intermedios no es una opción: si cae uno arrastra al resto. Por precaución nos colgamos todo el material del arnés, pero dejamos las cuerdas en las mochilas listas para usarlas cuando haga falta. 

Al final no las acabamos usando, pero si que hubo algún momento en que podría haber ido bien, más que nada para dar echar una mano si alguien pierde el equilibrio.


El corredor se hace largo, la verdad. Todo se resume en tratar de pillar cada uno su ritmo, su forma de progresar, e ir tirando. Aquí no hay ninguna dificultad técnica, lo único que hay que controlar es el clavado de las puntas, tanto de los crampones como de los piolets. 

A medida que subimos la nieve cambia: unas veces está más blanda y entra toda la puntera de la bota, pero otras tiene una capa de hielo en la que sólo entran las puntas frontales de los crampones. Esto nos obliga a ir bien de gemelos, por lo que cada 20-30m voy tallando unas mini repisas para que podamos apoyar los talones, y así recuperar las piernas un poco.


Después de unas cuantas horas de lucha y purgas intensas de nieve llegamos al collado! A nuestra izquierda queda una punta rocosa, es la aguja final de la arista de los Murciélagos, pero nosotros vamos a la derecha, al pico. Una corta trepada, 10 metros un pelín delicados, nos dejan al fin en la cumbre!! 

   Vistas desde el collado


Trepada final, cuerda fija incluida (pa fiarse...)

En la cumbre, con un frío de narices


Al fondo se asoma el Midi d'Ossau

El descenso lo hacemos, con mucho cuidado, por la ruta normal. La nieve está bastante dura, con sorpresas puntuales, por lo que toca ir clavando bien los pies.






Y llegamos antes de que se vaya el sol!! Éxito ;)


Conclusiones:

  • El material tiene que llevarlo el que va primero, y saber usarlo (parece obvio también, pero por querer repartir peso se pueden hacer las cosas mal). En caso de tener que asegurar un paso, o tener que montar una reunión, no se puede esperar a que llegue el que tiene justo la pieza que necesito.
  • Encordarse!! En este caso estuvo en el límite; no nos hizo falta porque teníamos el nivel necesario, pero si se hubiera complicado un poco más hubiesemos tenido que ir haciendo largos. Problemas: la progresión se vuelve mucho más lenta, y al ser cara norte no asomaba casi nada de roca, así que hubiese sido bastante difícil de proteger.
  • A la semana siguiente de ir nosotros se mató un montañero en la misma ruta, y al mes siguiente otro. Por lo visto aumentaron las temperaturas y las placas de hielo quedaron sueltas, así que al pisarlas se fueron abajo sin tener opciones de parar la caída. La verdad es que una noticia así es muy dura, te muestra que en la alta montaña todo puede cambiar en unos días. 
  • Entonces: ¿es una ruleta rusa? -Yo creo que no. Hicimos un seguimiento muy bueno de las temperaturas y la evolución del riesgo de aludes los días de antes, y fuimos porque daban buenas condiciones, pero es verdad que nos falta coger experiencia, y eso no se arregla con 4 videos de youtube. Es una buena práctica mirar las noticias esos días (y de años anteriores) para ver si ha habido rescates por la zona debido a las malas condiciones.  Poco a poco y con cabeza!


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